Si a usted le gusta la jardinería, la reparación de automóviles, la cocina, la tecnología o cualquier otra actividad, podrá coincidir en que las decisiones que a veces necesita tomar requieren un conocimiento específico de su entorno. Sea la actividad que fuera, sus decisiones acerca de cómo cocinar, atender sus plantas o cubrir las necesidades tecnológicas de su casa no serán las mismas que las mías, ya que tiene en cuenta factores como el clima, los recursos, ingredientes, personas, etc., que determinarán lo específico de sus decisiones. Igual ocurre con el cuidado pastoral en las parroquias. Cada una de ellas es muchas veces un microcosmos de necesidades, prioridades y oportunidades, el cual puede diferir -diametralmente a veces- de la realidad y context de la próxima parroquia, situada aún a unas pocas cuadras una de la otra.
La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) reporta que existen Misas en español en más del 25% del total de parroquias en todos los Estados Unidos[1]. Aunque este número no incluye o especifica las misas bilingües, las oportunidades de fomentar el culto divino bilingüe parroquial, podría ser una experiencia enriquecedora interculturalmente hablando, ya que hacen posible la inculturación del Evangelio.
Es por eso que cada vez más parroquias que acogen el ministerio hispano buscan crear oportunidades intencionales de encuentro bilingües, especialmente a través de la liturgia. Por su esencia y naturaleza, que privilegia y promueve la unidad y comunión, la liturgia puede facilitar el encuentro de dos (o más idiomas) de culturas que expresan la diversidad cultural de la familia parroquial. Aunque por su complejidad las misas bilingües son recomendables en circunstancias especiales, organizarla puede generar muchos frutos en la unidad de la parroquia.
Al intentar organizar una liturgia bilingüe, usted tiene la oportunidad de tomar decisiones que ayuden creativamente al objetivo que presentamos en la entrega anterior: corresponder al don del Espíritu Santo, que nos llama a hacer transparente la comunicación del mensaje del Evangelio y dar gloria a Dios. En oración y con entusiasmo, usted puede ayudar a que las celebraciones litúrgicas reflejen lo que el numeral 34 de Sacrosanctum Concilium describe como la “simplicidad de la nobleza” de la liturgia.
Un elemento muy importante en la comunicación durante esta liturgia es un misal bilingüe, una herramienta que puede transmitir adecuadamente la Palabra de Dios, las oraciones y aclamaciones que forman parte de la liturgia. Quisiéramos compartir con usted algunas ideas respecto al uso de los misales bilingües en ocasiones especiales en las parroquias. Aunque hay muchas más ideas que pudieran ser útiles, estas sugerencias pueden incluso servir como punto de inicio o criterios para planear la liturgia en su parroquia:
- Identifique fechas claves en el año litúrgico: Muchas parroquias eligen fechas clave en el calendario litúrgico, para celebrar una liturgia bilingüe y compartir lecturas, cantos, respuestas de ambas comunidades, a una sola voz. Algunas ideas incluyen la Vigilia Pascual, Pentecostés, la fiesta del santo o advocación de su parroquia, o también alguna fiesta de la Iglesia, como la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe, por ejemplo. Nótese que no se trata de fechas “importantes”, ya que todo el año litúrgico incluye fechas importantes para nuestra fe. Se trata de identificar, de manera intencional, fechas que potencialmente pudieran generar un impacto positivo en la familia parroquial. Si su parroquia aún no ha tenido oportunidad de celebrar liturgias bilingües, empiece gradualmente, enfocándose en ocasiones que puedan quizá amplificar el impacto, por ejemplo con una convivencia después de la Misa. Así, gradualmente, la comunidad se abre a la acogida de otro idioma y cultura, en una sana y necesaria Convivencia: “Busquemos la manera de ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien.” (Heb 10, 24)
Durante mi experiencia sirviendo en varias diócesis, encontré la Fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe como una de las pioneras en los inicios de la liturgia bilingüe en muchas parroquias. Desde la popular devoción y cariño por Nuestra Madre, que atraviesa culturas, muchos párrocos y sacerdotes creativamente incentivan ricas oportunidades litúrgicas bilingües en sus parroquias, inspirados por el hermoso y profundo evento de la Morenita del Tepeyac y las palabras de la Virgen María en el relato de la boda en Caná, en el que fomenta la unión y aconseja: “Hagan lo que Él les diga” (Jn 2, 5). Y en el camino de la integración de las culturas e idiomas, fechas como la Vigilia Pascual y Pentecostés, se convierten en rasgos distintivos de la expresión de la parroquia como una sola familia, unida como un solo cuerpo en la comunión con Cristo, cabeza de la Iglesia.
- Selección del idioma en las lecturas: la Conferencia de Obispos Católicos de la Estados Unidos (USCCB) sugiere proclamar el Evangelio en el lenguaje de la mayoría, aunque también propone como una alternativa la proclamación del Evangelio en dos idiomas[2]. En el fondo permanece el objetivo y propósito de la USCCB de hacer las lecturas inteligibles y fomentar la participación activa de los miembros de la asamblea. Para apoyar la proclamación clara y permitir que la Palabra de Dios alcance a todos en una celebración bilingüe, el uso de un misal bilingüe es de gran ayuda. Su diseño, presentado en formato “lado a lado” permite seguir las lecturas, respuestas, aclamaciones y antífonas, de manera prácticamente simultánea, evitando o disminuyendo la necesidad de duplicar partes de la Misa en ambos idiomas. Un misal bilingüe que contenga las lecturas, respuestas, aclamaciones, antífonas y todos los elementos que componen la Misa de acuerdo a las normas de la USCCB, asegura y eleva la participación activa y permite expresar las maravillas de Dios, a través de Su Palabra, en los idiomas que la comunidad parroquial abraza. Durante la liturgia bilingüe, el diácono, monitor o anunciador puede motivar a la asamblea a seguir la Misa, de acuerdo a su idioma, sin problema.
En cuanto a la selección de las lecturas, la Guía para Celebraciones Multiculturales, publicada por la Federación de Comisiones Litúrgicas Diocesanas (FDLC), sugiere:
- Una o ambas lecturas que preceden al Evangelio deben proclamarse en el idioma hablado por la mayoría de los congregados. Si se proclaman dos lecturas, una puede proclamarse en otro idioma apropiado para los congregados.[3]
- Selección del idioma en la Oración Eucarística: Tal como abrimos esta entrega, la selección de las oraciones eucarísticas, que competen únicamente al celebrante, siempre responderán al criterio y sensibilidad de los sacerdotes, respecto a su ejercicio como presidente de la asamblea y tienen criterios pastorales específicos para su comunidad parroquial. El documento de la FDLC acerca de las guías para celebraciones multiculturales, sugiere al respecto:
- Para preservar la integridad de la plegaria eucarística, los elementos principales de su composición deben conservarse incluso cuando se elijan varios idiomas hablados por los asistentes para su proclamación. En tal caso, se utilizará un solo idioma para cada uno de sus elementos principales, a saber: Acción de gracias; Aclamación; Epíclesis; Narrativa de la institución; Anamnesis; Ofrenda; Intercesiones; Doxología final.[4]
- Selección de los cantos: Los cantos en la celebración eucarística, por ser un vehículo de participación por excelencia, responderán a las posibilidades y necesidades de cada parroquia, privilegiando en primer lugar la integridad y dignidad litúrgica de los cantos, así como también procurando fomentar la participación activa de la asamblea. Los coros juegan un papel fundamental en este objetivo, ya que permiten elevar el canto de manera uniforme y motivan a la asamblea a unirse en una sola voz y alabar al Señor.
Múltiples ideas pueden sugerirse respecto a los cantos en dos idiomas, sea para alternar los coros durante el mismo canto, incluir más de un canto en diferente idioma para la Comunión, etc. Las posibilidades son múltiples y dependerán de la capacidad y apertura del liderazgo, para que, preservando la dignidad de la liturgia, ésta pueda ser un vehículo y signo de integración y participación. Los himnarios que incluyen selecciones de canto bilingüe son de gran ayuda, ya que permiten la participación más efectiva, particularmente cuando esta selección incluye música popular y conocida en español e inglés y son conocidos por muchos. Además algunos de los criterios sugeridos por la Guía incluyen:
- Los miembros de asambleas multilingües pueden unirse al canto de textos cortos incluso si el idioma es extraño para ellos (por ejemplo, “Señor, ten piedad”, “Hosanna en las alturas”, antífonas de los salmos, etc.). Los estilos de música repetitivos “ostinato”, como Taizé, proporcionan un estilo de música que permite que los textos se vuelvan familiares y fáciles de cantar: tal forma de música también puede fomentar un sentido de unidad entre los reunidos.[5]
La participación de la asamblea en celebraciones litúrgicas en inglés y español definitivamente se verá enriquecida con el uso de un misal bilingüe que complemente los esfuerzos de quienes van al encuentro del Señor al preparar lo necesario para estas Misas. El proceso mismo, que incluye la participación de lideres y voluntarios, lectores, músicos y servidores, ya es intrínsecamente una oportunidad de evangelización parroquial, abriéndonos al Espíritu Santo y sus dones para alcanzar a la comunidad. Es cierto que no siempre podemos celebrar la Eucaristía en varios idiomas, pero esperamos que estas ideas le inspiren a crear nuevas oportunidades intencionales o a enriquecer las que ya celebra, para cumplir lo que el propio Maestro pidió al Padre: “Te pido que todos ellos estén unidos; que como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Jn 17, 21)
[1] https://www.usccb.org/news/2024/us-bishops-hispanic-affairs-subcommittee-releases-diocesan-survey-parishes-and
[2] https://www.usccb.org/prayer-and-worship/the-mass/frequently-asked-questions/language-at-a-multicultural-liturgy
[3] Francis, Mark R., C.S.V. Liturgy in a Multicultural Community, American Essays in Liturgy. The Liturgical Press, MN. p. 70
[4] Idem. p.73
[5] Idem. p.72
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